miércoles, 7 de marzo de 2012

Nuestro "amigo" especial

Marzo 2012

Mientras caminábamos sin rumbo alguno, zigzagueando por las calles, X y yo nos encontramos a un perro abandonado, sin saber dónde ir. Se le notaba perdido, confuso, mientras comprobaba el gusto de una libertad exagerada. Sin más dilación, X lo cogió en brazos y pusimos dirección al centro de animales más cercano. Después de 20 minutos sin saber exactamente dónde se situaba, pudimos al fin encontrarlo.

La espera se hacía eterna, sentados en una silla para ver si, gracias al chip identificador, encontrar al dueño de el pobre perro. Tanto fue así, que decidimos ponerle nombre, una mezcla de los nuestros. Desgraciadamente, no había respuesta en la llamada, así que sólo nos quedaba ir a la Policía Municipal.

Gracias a una correa, lo pudimos pasear bajo la noche mientras pasábamos de largo por un parque solitario. Pese a que no nos gustaba mucho la raza, le acabamos por coger cariño los dos. Una vez en el edificio de Policía, tuvimos que esperar más de media hora a ver si podían contactar con alguien y que se librara de ir a la perrera. Pasaron los minutos, hasta que decidieron dejarlo en el patio atado a un poste, ya que no podíamos hacernos más cargo del pobre animal.

Sollozos de "nuestro" perrito, que nos alegró la tarde, e intentamos salvarlo para que tuviese una mejor vida, pero no fue posible. Su próximo destino fue la perrera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario