La vida a veces es como una partida de Póker. Dependes de la suerte y también de la habilidad para actuar de cada uno. El premio que puedes conseguir puede tener dimensiones descomunales, convirtiéndote en una persona un poco más feliz o, por el contrario, hundirte un poco más en la miseria.
Precisamente es el riesgo que tengo que asumir yo para poder conseguir mi siguiente propósito: Jugar al póker y ganar un gran bote. La experiencia también es un factor a tener en cuenta, y yo debo decir que suelo jugar de forma casual. La gran mayoría de las partidas jugadas han sido ganadas por mí, aunque en muchas ocasiones la suerte me ha sonreído más de la cuenta. El bote que ponemos es prácticamente insignificante, lo que nos incita a asumir riesgos que posiblemente no pasaría si las apuestas fuesen más elevadas.
Espero poder alcanzarlo algún día jugando con mis amigos, la típica noche donde las risas y la diversión está asegurada, acompañados de unas cuantas cervezas y un buen entrante para entrar en calor. La cantidad mínima para asumir este propósito no la tengo clara aún, pero, en relación a mi pobre economía, entre 50 y 100 € no estaría del todo mal.
Este propósito es el nº 40 de mi lista original.
No hay comentarios:
Publicar un comentario