jueves, 22 de diciembre de 2011

Un deseo para Navidad

En estas fiestas no todo son regalos. A veces las cosas más insignificantes son las que te sacan una mayor sonrisa. Cierto es que hace una especial ilusión que la magia de la Navidad te recompense con un regalo, pero hay que ir más a fondo, buscar ese rayo de felicidad que no te llena con aquellos regalos envueltos con papeles  y motivos navideños estampados. 

Reunirte con las personas que no sueles ver en el resto del año creo que es una de las razones para estar un poco más feliz. Estar junto a tus amigos y vivir momentos especiales en esta época del año también hace que uno mismo se sienta mejor.

Una vez llegado el fin de año, el mayor regalo para mi es poder haber vivido un año más, todos esos momentos y todas esas nuevas experiencias que se dejan atrás. Cada una de las 12 uvas que se comen en las campanadas (tradición española para celebrar el nuevo año) es un recuerdo destacado de los pasados 365 días. Además, siempre que se inicia un año, se pretende cumplir unos propósitos para la próxima docena de meses. 

De momento, el mio es conseguir cumplir los máximos de propósitos de mi lista de 100cosas, y también poder encontrar a alguien con quien compartir mi vida. 

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