Llueve sobre mi

Esta semana os traigo un propósito mío que me hace especial ilusión y llevo tiempo intentándolo hacer. Es simplemente dormir bajo la lluvia. Ya habréis notado que algo de aprecio le tengo a la lluvia, como la entrada de las gotas de lluvia que redacté hace poco.

Instintivamente cuando llueve, lo que solemos hacer es huir de ella, y evitar acabar empapado. Además, uno se suele sentir más sucio a medida que más gotas impactan contra él e intenta esquivarlas de cualquier manera.

Para mí la lluvia es como un vínculo que une a los seres humanos y a la naturaleza, con la que hay que vivir y respetarla. Yo disfruto cuando no tengo ninguna preocupación por mojarme y que el diluvio caiga sobre mí. Me siento como si un nuevo amigo me hubiese visitado aquel día.

Por lo tanto, uno de mis propósitos es llegar a dormir bajo una buena lluvia olvidándome de mi entorno. Sé que luego vendrán repercusiones como resfriados inevitables o peligro de hipotermia en un caso ya extremo. Mi intención es poder cumplirlo en verano, que es cuando la temperatura no fuese un inconveniente para esto.

La cuestión es que no encuentro el momento idóneo, pero estoy seguro que algún día lo acabaré consiguiendo.

Este propósito es el nº 19 de mi lista original.