jueves, 17 de noviembre de 2011

Disfrutar cada momento

¿No os ha pasado que habéis tenido la sensación de no disfrutar y aprovechar todo el tiempo que nos da las vacaciones? Y cuando estáis en plena semana en un día normal de Universidad/Instituto, ¿pensáis en las ganas que tenéis de hacer algo que en su día no hiciste?

Eso me pasa demasiado a mí. Es la situación en la que me encuentro frecuentemente. Estar frente a una hoja de papel repleta de fórmulas y que tu cabeza se desvíe en pensar otras cosas de tu vida, y darte cuenta de que querrías hacer cosas que en ese mismo instante no puedes hacer (o no debes, para no perjudicarte en tus estudios).

Por ello mismo, debemos pararnos a pensar en vacaciones, y ponernos en una de aquellas situaciones. Así nos daremos cuenta realmente de lo que tenemos. Y no solo en ese específico caso, sino en muchos más. Nunca nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que nos lo quitan. Eso nos ocurre a prácticamente todas las personas, sea de la edad que sea y del sexo que sea. Incluso hasta los más pequeños son una prueba más de esto.

Es un error acostumbrarnos a los placeres que la vida nos da en ciertos momentos, y que acabamos por incluirlos en la parte de cosas habituales. Tanto es así que a medida que los placeres que vas obteniendo aumentan, llega un punto en el que estos irán desapareciendo y la frustración irá en aumento. Al final, lo que nos queda es la tristeza de perder algo que uno pensaba que ya sería para siempre.

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